Orgullo y poco Juicio. Parte 1 by Lena Valenti

autor:Lena Valenti [Valenti, Lena]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Aventuras, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2023-11-29T00:00:00+00:00

* * *

—Realmente —Raúl alzó su tazita para saborear el café solo del Bistró, una pequeña cafetería a las afueras del núcleo cotilla de Haro, que estaba al lado de Las Bodegas Castillo—. La estructura ósea de D’Arcy es perfecta. Es un hombre muy atractivo.

Lis no quería darle la razón. Pero mentiría si no se la daba. Guillermo siempre sería magnético y muy hermoso. Continuaba siendo el hombre más guapo que había visto.

—Odio reconocerlo. Pero sí, es guapísimo el condenado. Como un vampiro serio y melancólico.

—¿Como un vampiro? —repitió viendo cómo quedaba eso en su cabeza—. Me gusta. He notado mucha tensión entre vosotros.

—Obvio que hay tensión. A mí me encantaría abrirlo en canal y colocar sus tripas como guirnaldas por los pinares de Haro, y él desearía que me comieran las hienas en la cárcel.

—O comerte él… —murmuró—. Es un hombre, Lis. ¿Tú te has visto?

—No digas tonterías.

Se miró la ropa que llevaba. No era nada del otro mundo, iba muy casual, con americana, tejanos ajustados, zapatos de tacón y una camiseta blanca debajo.

—No exagero. Puede que te odie, pero también querría matarte a polvos. El odio no está reñido con el buen sexo.

—No. No inventes. Además, ya sabe que voy a removerles la tierra con mis pesquisas y que su estabilidad familiar y social podría volar por los aires cuando demuestre que nos culparon equivocadamente. No le caigo bien. Para él soy lo peor. Su enemiga.

—No te mira como a una enemiga.

Lis no quería hacer caso de sus observaciones. Para Raúl todo a su alrededor eran historias de amor frustradas o romances secretos. Pasó el dedo por una gota de café seca de su taza.

—¿Hace mucho que está con Lola?

—D’Arcy ha estado con muchas. Pero vuelve a Lola de vez en cuando. Ella es solo la de ahora. Entre tú y yo —susurró cubriéndose un lateral de los labios con la mano—: tiene una fama de rompebragas que no es normal.

Lis alzó los ojos para imantarlos a los de Raúl. ¿Rompebragas? Bueno, no era de extrañar.

—Es el soltero de oro en el norte de España. Algunas mujeres de la flor y nata se amontonan a su alrededor en las fiestas.

—Es patético —murmuró Lis con desagrado.

—Sí, pero es un espectáculo entretenido de ver. Además, no sé por qué tiene tanto éxito, porque es estirado y seco.

Esa era la impresión que daba Guillermo. Pero había que conocerlo para saber cómo era realmente. Y hubo un tiempo que ella estaba locamente enamorada de él, por sus virtudes que, por aquel entonces, le parecían muchas.

—Va a ser un shock muy fuerte cuando se sepa la verdad.

—Lo asumo. Va a cambiar todo a tu alrededor —reconoció Raúl.

—Los cambios me dan igual —contestó Lis apoyando su espalda en el respaldo de la silla—. Solo quiero justicia y respeto para mí y para mi familia. No puedo participar en el World Wide Wine con nuestra reputación por los suelos. No tendríamos ninguna credibilidad.

—Entonces… ¿cuándo piensas dar el golpe?

—Si lo que tenemos pensado hacer mañana me da la documentación necesaria, creo que podré hacerlo en la fiesta de Dionisio.

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